- Ajo
- Cebolla
- pimiento
- setas (las congelas del Mercadona he descubierto que están buenísimas)
- vino blanco
Después abrí la alacena y completé con:
- pimentón
- perejil
- fideos
- guindilla
- laurel
Cogimos una sartén y comenzamos con el refrito: un chorro largo de aceite donde vertimos ajo, cebolla, puerro y pimiento picado con un poquito de perejil y guindilla. Le añadimos un chorro de vino blanco y dejamos que se pochara a fuego lento un rato largo. Por último, cuando ya estába más o menos echo, le añadimos una cucharadita de pimentón y, después, cuando ya está todo bien mezclado, las setas.
Sólo faltan los fideos, como eramos dos, le echamos un vaso y medio, a lo que le sumamos un puñado de quinoa, para darle un aporte proteínico al plato, y lo cubrimos con dos vasos de agua y dos hojas de laurel. En este tipo de platos, como en el guisos, yo vierto agua hasta cubrir justo el contenido de la sartén.
Ya sólo hay que esperar a que se hagan los fideos, osea, unos minutillos.
Un plato muy fácil de preparar, con el que se mancha poco y queda muy sabroso...
Por cierto, nunca os olvidéis de la sal, un poco para que no quede soso. Lo apunto en esta ocasión, por que hoy pequé de escasa y tuve que añadirle una vez servido en la mesa (que fallo!)
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